El uso de la parafina, los parabenos y las siliconas lleva desde hace tiempo extendido en la cosmética actual, a pesar de no está exento de polémica.
Hoy hablamos de la parafina, un derivado del petróleo usado en cremas y tratamientos cosméticos que analizaremos a fondo para saber todo lo referente a este ingrediente (muy común) en cosméticos.
¿Qué es la Parafina?
La parafina es un conjunto de hidrocarburos derivados del petróleo o del carbón. Se suelen refinar hasta conseguir un aceite mineral (parecido a cera plástica)
La versión más refinada de este compuesto es la parafina blanca y es precisamente esta la que más se usa en cosmética, aunque hay otros tipos de parafinas que son muy utilizadas por ejemplo para hacer velas.
Teniendo en cuenta su estructura molecular, las parafinas son incapaces de penetrar en las capas profundas de la piel, por lo que cualquier ingrediente del que este acompañada la parafina no penetrará en la piel y por tanto no realizará el efecto deseado (hidratación, antiarrugas...).
Principalmente es un tema económico, ya que como hemos comentado antes la parafina es un subproducto de la industria de la refinería de petróleo (restos de residuo de petróleo refinado) por lo que es un material muy barato que permite obtener un rango de beneficio muy grande y es un material abundante, su uso es tan extendido en el mundo de la cosmética que es usado tanto por marcas low cost como de lujo.
La parafina crea una película en la piel que tapona los poros y no deja respirar a la piel, por lo que esta no elimina las toxinas y además no deja penetrar a ingredientes beneficiosos, como es el caso de los principios activos que contenga la misma crema, o los que apliquemos posteriormente a ella.
Sin embargo, puede pensarse que es un producto que funciona, ya que justo tras su aplicación la piel tiene un aspecto fresco y jugoso.
Como os he comentado un poco más arriba, la parafina no penetra en la piel, por lo que realmente no genera ningún beneficio (además del puramente estético) a la piel.
Hay que aclarar que en principio la parafina no es toxica, sin embargo, sí que evita que ingredientes puedan introducirse en nuestra piel.
Asimismo, aumenta el riesgo de acné, espinillas, puntos negros y blancos (bastante lógico al no dejar respirar a la piel).
**La parafina en cosmética se clasifica como carcinógeno de categoría 2 (no se puede utilizar en cosméticos a menos que el aceite derivado del que se extraen este certificado como “puro”).
Una directiva europea del 2010 admite que los ingredientes cosméticos de categoría 2 pueden utilizarse en cosméticos solo después de la evaluación por parte del Comité Científico para la Seguridad del Consumidor. Es decir, según la UE, la parafina no representa un peligro para la salud humana.
Por lo tanto, la parafina en dosis recomendadas no es toxica, pero claro probablemente no os será de ayuda en los problemas que intentáis solucionar al comprar los productos y en los casos de acné, espinillas y demás incluso los empeore.
* Ingrediente procedente de fuentes no renovables y altamente contaminantes.
Pero claro, después de contaros toda esta perogrullada y deciros que la parafina no os va a mejorar vuestra piel, ¿Habrá que identificarla?, y es que hay bastante nombres científicos dentro de la nomenclatura de ingredientes propios de la cosmética que aluden a este ingrediente.
Sin duda el ingrediente con la parafina más pura y más fácilmente identificable es:
Paraffinum liquidum (que tal cual significa parafina liquida)
Sin embargo, hay otros menos conocidos que nos pueden llevar al huerto, como, por ejemplo:
VP / VA Copolímero (VP/VA Copolymer) que veremos presente en productos capilares (como por ejemplo la laca del pelo)
Petrolatum, Ceresin y Ozokerite, Microcristalline Wax, Mineral Oil, Ozokerite, Ceresin, Hydrogenated Polyisobutene, C13-14 Isoparaffin, Quaternium-7, -15, 22,-31, -60, 80, Vaseline.
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| El segundo ingrediente es Cera Microcristallina (una clase de parafina) |
Seguros que tod@s los presentes tenéis velas de parafina en casa (yo incluida), bueno pues flipando me quedé cuando leyendo varios artículos descubrí que algunos estudios tachan de nocivos el humo que desprende cuando se quema la mecha y la propia parafina (si ese humillo negro), por el contrario, lo que recomiendan son velas que estén echas de la típica cera de abeja, que, aunque lo estaréis suponiendo os lo comento, efectivamente es más cara claro. Aunque es verdad que también hay artículos que defienden que no es toxica en absoluto, mejor prevenir que curar, por eso os dejo un link de uno de tantos articulo hablando del tema, en este caso de la mano de la revista ELLE: